Hoy en día es posible controlar la factura de la calefacción instalando un termostato o un cronotermostato. Estos dispositivos te permiten ajustar la temperatura de la calefacción o aire acondicionado para reducir el consumo de energía.
El cronotermostato ofrece varias ventajas:
- Permite al usuario ajustar la temperatura ambiente en función del tiempo que se vaya a estar en la estancia. Esto permite que el sistema de calefacción se encienda y apague a horas específicas del día;
- el ahorro de energía puede alcanzar el 33 % en el modo de calefacción y entre el 15 % y el 20 % en el modo de aire acondicionado.
Los modelos existentes se adaptan a diferentes sistemas de calefacción:
- Radiadores eléctricos;
- suelo radiante eléctrico;
- calderas.
Los aparatos que hay en el mercado se distinguen por su modo de funcionamiento.
- Fijo: se monta en una pared para regular la temperatura de la habitación donde se instala. Es mejor mantenerlo alejado de fuentes de calor como hornos eléctricos, radiadores o chimeneas. También es aconsejable no instalarlo detrás de una puerta para facilitar el acceso;
- inalámbrico: se comunica por radiofrecuencia con el sistema de calefacción. El usuario puede llevarlo consigo para regular la temperatura de la habitación en la que se encuentra. Su funcionamiento es parecido al de un mando a distancia;
- control 3G/wifi proporcionan al usuario la posibilidad de ajustar la temperatura de cada habitación de su casa a través de su móvil.
El cronotermostato debe estar bien ajustado para ahorrar energía y proporcionar un confort óptimo a los habitantes de la casa.
- Los dispositivos existentes están preconfigurados para satisfacer las necesidades típicas de los hogares. Sin embargo, es posible ajustar la configuración de acuerdo con los hábitos del usuario;
- por la noche y cuando no se está en casa, se recomienda una temperatura de 18 °C. A modo informativo, una diferencia de 1 °C puede ahorrar hasta un 7 % en la factura de la calefacción;
- es aconsejable empezar a calentar la casa a 19,5 °C aproximadamente una hora antes de levantarse o antes de volver del trabajo. Este tiempo puede reducirse dependiendo de la potencia del aparato.
La elección del termostato depende no solo de los sistemas de calefacción instalados en el hogar, sino también del estilo de vida del usuario.