Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
En cuanto a su funcionamiento mecánico, la pistola de silicona manual es autónoma y no te dejará tirado en plena aplicación. Su fabricación sencilla va unida a una gran fiabilidad. Su bajo coste y su solidez también son sus puntos fuertes.
En cuanto a la aplicación, es necesario tener cierta habilidad si quieres realizar un cordón del mismo diámetro. La constancia y la cantidad de silicona que aplica depende de la presión que realice el usuario. Por tanto, si la presión ejercida no es constante, el cordón resultante será irregular. Por ello, a veces es difícil dosificar correctamente la cantidad de producto que se vaya a utilizar.
En caso de baja temperatura, el adhesivo o la silicona se vuelve más densa o dura, por lo que habrá que ejercer mayor presión. Si tu pistola es de mala calidad y te hace presionar demasiado, su estructura se deformará antes que el cordón: no escatimes en gastos y en lugar de presionar, calienta tu adhesivo o silicona a temperatura ambiente para no cansar el antebrazo ni estropear tu pistola.
Existen tres palabras clave para calificar la pistola eléctrica: precisión, economía y comodidad.
Para realizar una junta en forma de cordón y del mismo diámetro, es necesario contar con un flujo constante de silicona, una presión baja o excesiva produce un cordón estrecho o un nudo. La pistola eléctrica, permite una salida continua y regular de silicona, minimiza este tipo de incidencias.
Para realizar una unión precisa o una junta de pequeño volumen, se debe emplear una pequeña cantidad de producto. La pistola eléctrica, que ofrece un regulador de velocidad y caudal, dosifica directamente la cantidad de adhesivo o de silicona.
Durante una aplicación más intensiva, la pistola eléctrica es perfecta. A ello podemos añadir otras opciones que la hacen todavía más eficaz:
Un bloqueo para el gatillo;
una aguja integrada para el desatascar cartuchos;
un dispositivo antigoteo;
un indicador de carga.
Existen tres tipos de batería.
El níquel-cadmio es de la vieja generación. La batería es pesada y necesita mucho tiempo para recargarse. Este tipo de acumulador tiene un efecto memoria: si detienes la carga, el aparato considera que ha alcanzado su nivel de energía completo y lo fija como punto máximo en la siguiente carga. Con el tiempo, tu batería ya no cargará más.
El níquel-cadmio funciona con las herramientas de gama baja. Tiende a desaparecer y ser sustituida por la de Ion-Litio. También se recomienda vaciar totalmente las baterías antes de recargarlas y no dejarlas en los cargadores una vez cargadas. Estas baterías cuentan con un número importante de ciclos de carga.
Esta batería no puede faltar. Es ligera, se carga rápidamente (alrededor de una hora y media) y no tiene efecto memoria. Este tipo de acumulador usa toda su carga (hasta la última gota), lo cual puede ser un poco traicionero si no cuenta con un indicador de carga. El Ion-Litio equipa cada vez más herramientas debido a su gran comodidad.
Hidruro metálico de níquel. Tras este nombre terrible se esconde una batería bastante pesada (superior a la de níquel-cadmio) y con poco efecto memoria. Este tipo de acumulador cuenta con menos ciclos de carga que el de níquel-cadmio, aproximadamente 3 veces menos.
Una pistola extrusora estándar acepta cartuchos de hasta 320 ml . Sin embargo, y dependiendo de su modelo, las pistolas de silicona pueden alojar cartuchos de:
310 ml;
380 ml;
400 ml;
540 ml;
600 ml.
De hecho, el volumen del sellador o cartucho de adhesivo determina la capacidad de la pistola .
Verifica la capacidad de los cartuchos que vas a usar antes de elegir tu pistola de silicona. El diámetro del cuerpo de la pistola varía de un volumen a otro, si no tienes cuidado con esta característica, podrías terminar con una pistola no adaptada a tus necesidades.
Las pistolas extrusoras de gran capacidad aceptan silicona, adhesivo, resina o incluso masilla en forma de bolsa flexible.
Un cuerpo cilíndrico acomoda la bolsa de silicona, por lo que la forma o ergonomía de estas pistolas es diferente de las pistolas manuales.
Los profesionales prefieren a menudo el tamaño de bolsillo flexible, también conocido como "salchicha" o "salchichón" por su precio más económico en comparación con los cartuchos.
La elección de la herramienta depende de tus exigencias y necesidades.
La pistola eléctrica es precisa y solo por esta razón debes valorar si es o no la adecuada para tus trabajos.
Si por el contrario tan solo vas a realizar uniones gruesas, porque alisas con el dedo cordones de silicona o porque tan solo consumes un cartucho o dos por semana, una pistola manual es robusta y no tiene peligro de romperse si se cae desde lo alto de un tejado.
Recuerda que una pistola eléctrica es una herramienta manual que cuenta con batería y es de muy buena calidad. Es más frágil y puede despertar la curiosidad de los demás si la olvidamos en una obra.
La pistola manual no tiene nada que envidiar. Es más barata, dura más y cuenta con un buen agarre para su uso regular.
Tras el uso, deja salir un poco de silicona de la boquilla para no dañar esta última y séllala con plástico, intentando desatascarla más adelante con un objeto puntiagudo.
Otra opción es conseguir varias boquillas, y poner una nueva en el siguiente uso.
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Ficha escrita por:
Sebastián, Manitas autodidacta
Mi lema es: aprender es mejor que pedir. Y...¿cuál es la recompensa final? Pues, una cerveza bien fresquita. La curiosidad por las cosas me ha hecho pasar muchas horas haciendo bricolaje, arreglando cosas por casa, construyendo muebles...espero poder ayudaros después de todo lo aprendido.