¿Cómo elegir una bomba manual?

Antes de todo, debes saber que sea del tipo que sea, ninguna bomba manual te permitirá aspirar a más de 8 m de profundidad. Para ello, tendrías que optar por las bombas de superficie o las bombas sumergibles.

Encontramos dos grandes tipos de bombas manuales:

Bombas giratorias

La bomba rotativa o giratoria utiliza el principio rotor (pieza rotativa), estator (pieza fija). Al girar la manivela, la forma del rotor que se arrastra crea un vacío en el estator que aspira el agua, para después bajar la presión y devolver el agua. El cuerpo y las piezas móviles de la bomba pueden ser de plástico o de distintos metales (sobre todo acero inoxidable). En función de los fluidos bombeados, el mantenimiento será más o menos regular (se deberá realizar un cambio de las juntas si lo que se bombea es ácido o un carburante). El caudal que se extrae puede variar de 0,25 a 1 litro por cada giro de manivela.

Bombas con mango o palanca

Las bombas de palanca tienen un principio de funcionamiento basado en el clásico sistema de cilindro-pistón. Mediante una palanca, o mango, accionados de arriba hacia abajo o de izquierda a derecha (en el caso de las bombas semi-rotativas) se acciona un pistón. Este último, dentro de su cámara hermética genera una depresión que aspira el líquido. Existen bombas de doble cámara que además de aspirar el agua, la restituyen bajo presión.

Este tipo de bombas requieren cierto mantenimiento por su diseño rústico. Son sólidas y eficaces con el paso del tiempo. Muy a menudo, el cuerpo de este tipo de bombas es de hierro fundido para uso fijo en exteriores, y de plástico para uso móvil, en el taller. En cualquier caso, el caudal está limitado a unos cincuenta litros por minuto (también en el caso de las bombas más grandes).

Para escoger bien una bomba manual, es primordial que analices tus necesidades y tengas en cuenta los siguientes criterios:

• Uso fijo o portátil: es lo primero a tener en cuenta. Las bombas para extraer agua u otro líquido de un depósito o un recipiente como una cuba o barril, se necesita poder moverlas. En ese caso, es mejor que elijas una bomba con palanca o giratoria, con cuerpo de plástico y manguito universal de dos pulgares (para colocar la bomba en el lugar del tapón del depósito o barril). Sin embargo, para regar el jardín, deberías decantarte por una bomba con cuerpo de hierro fundido, con pie de columna y detalles decorativos, por ejemplo;

• caudal: es un criterio importante que se indica en l/mn (litros por minuto). El caudal relaciona el volumen del líquido que se obtiene con el tiempo empleado en el bombeo. Si lo que necesitas es una bomba para carburante, opta mejor por un modelo giratorio de gran caudal (cerca de un litro por cada giro de manivela). Si por el contrario, vas a necesitar 1 o 2 cubos para el jardín, una bomba de hierro fundido con palabra de 15 a 35 l/mn sería más que suficiente;

• altura de aspiración: como hemos visto, ninguna bomba manual te permitirá bombear agua a más de 8 m de profundidad. Si necesitas hacerlo, elige otro tipo de bomba de agua. Mira bien la altura máxima de aspiración que necesitas (en el caso de un pozo, por ejemplo), y asegúrate de que el modelo de bomba que has elegido permita llegar hasta ahí;

• presión: es un parámetro importante si necesitas expulsar un fluido muy por debajo del nivel de la bomba. En efecto, la presión de salida (indicada en bares) puede corresponderse con una altura de expulsión en metros (1 bars = 10 m);

• estética: para dar un toque decorativo a tu jardín, terraza o sendero, elige un modelo de hierro fundido a tu gusto que esté en armonía con tu espacio exterior. Para el taller, opta mejor por una bomba de colores vivos, en caso de que necesites echar mano de ella.

Sea cual sea el tipo de líquido que necesites trasvasar, comprueba siempre antes de decidirte que el modelo seleccionado es adecuado. Los riesgos pueden ser numerosos con los hidrocarburos y los productos químicos. ¡No lo olvides!

En cuanto al uso fijo, comprueba con regularidad que el suelo alrededor de la bomba esté seco. ¡Vigila que no haya ninguna fuga!

Y recuerda tapar o cubrir la bomba de agua en los inviernos más fríos o los conductos podrían reventar con las heladas.

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